Cuando nos encontramos un sistema que genera pulsos, sin ningún protocolo específico, entran en juego los conversores de pulsos que nos convierten dichos pulsos a un protocolo entendible por la pasarela.
Cuando nos encontramos un sistema que genera pulsos, sin ningún protocolo específico, entran en juego los conversores de pulsos que nos convierten dichos pulsos a un protocolo entendible por la pasarela.